Los dos animales se empujaban el uno al otro en su afán por entrar y con gran alivio oyeron el ruido de la puerta cerrarse detrás de ellos. El Tejón, que llevaba una bata larga y unas zapatillas muy maltrechas, sostenía una palmatoria lisa en una pata y probablemente se iba ya a la cama cuando sonaron sus llamadas. Página 50
13 ene 2009
PARÀGRAF AL QUAL FA REFERÈNCIA LA SEGÜENT IMATGE
Publicado por Paula Rosa en 11:09
Etiquetas: El viento en los sauces
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