El viento anticipa la llegada de lo divino, creando una música celestial en contacto con los juncos y los sauces. Representa la comunicación del Dios Pan con la Naturaleza y los animales para ayudarlos a encontrar el camino.
El viento también puede ser representado como símbolo de la propia mente, capaz de guiar nuestras vidas a través de pensamientos, situaciones, ideas,… que con el tiempo somos capaces de olvidar.
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